Se oscurece aún más el panorama nacional

La Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) entrevistará hoy en Rosario a 14 cachorros (?) africanos, que llegaron a territorio nacional como polizones en un barco, buscando un futuro que quizás no les pertenece. Las crías escaparon de sus lugares de origen, y arribaron hace unos meses a nuestro país, en el que, dependiendo del resultado de la entrevista, podrán quedarse o no.

La mayoría de los ilegales tienen entre 17 y 20 años, y residen principalmente en habitaciones rentadas con dinero del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Al principio se los alojó en hogares Ho.Pro.Me, pero se terminó desistiendo de esta opción cuando se observó una preocupante tendencia al desacato de las normas entre los jóvenes, que prefieren vivir por su cuenta, generalmente vendiendo porquerías bijouterie.

No obstante, los tres refugiados más pequeños, de 11, 14 y 15 años, residen en el Hogar de Mujeres Bigadienses, de la localidad de Bigand, cercana a Rosario. Se intenta que lleven la vida que llevaría cualquier niño argentino -decisión totalmente equivocada, en opinión de este medio-, logrando incluso que se desempeñen como futbolistas en dos clubes de la ciudad. Por si fuera poco, los morochos tuvieron la chance de ver al equipo de Primera División de Newell's Old Boys, club en el que -agárrese de la silla- se estarán probando los próximos días.

Dos de los inmigrantes jugando "Pro Infomarto Soccer", en el que al elegir un equipo africano el jugador recibe una descarga eléctrica de 220V mediante el control.

La charla de hoy, entonces, es clave para el futuro de los africanos y, por qué no, para el futuro de la Argentina. Permitir a estos jóvenes residir en nuestro país no hace otra cosa que aumentar los índices de analfabetismo, delincuencia y asesinatos a sangre fría, y traer a nuestro territorio alguna peligrosa enfermedad de la que son portadores ratas, cucarachas, vinchucas y estos especímenes. Como el lector ya habrá imaginado, si el fallo es favorable a los muchachos, no tardarán en llegar cientos o miles de criminales africanos, enfermos y sin ganas de trabajar. Se está jugando el futuro de nuestro país, y lo peor de todo es que, a ojos de la mayor parte de la gente, se trata de una nimiedad; y no sólo eso, sino que está a favor de que obtengan el permiso de residencia.

Esta tarde, Argentina se la juega, y nadie lo sabe. El fallo puede ser favorable a los jóvenes o favorable a la civilización, la seguridad y el progreso. Es el deseo de este medio que la segunda posibilidad se haga realidad. Y que, si por esos vicios del destino, los africanos consiguen su permiso, sea el pueblo quien ponga la cuota de sentido común y lo revoque, linchando a los morochos en una plaza. Para mostrarle al mundo que no cualquiera puede habitar nuestro suelo, y dar así un enorme paso adelante.

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Alguien tenía que decirlo

"¿Qué preferís: la verdad, aunque duela, o una mentira que te deje tranquilo?" Esta pregunta, tantas veces repetida por padres, amigos, novios y notas de Facebook, casi siempre encuentra una misma respuesta. A todos nos satisface más la cruda verdad. Saber lo que en realidad pasa, aunque nos duela en el alma. O al menos eso decimos. Porque en realidad, muchas veces nos mentimos, incluso a nosotros mismos, con tal de evitar escuchar la verdad.

Pasa en todos los ámbitos de la vida, por supuesto, y la política no iba a ser la excepción. Quizás incluso sea uno de los campos en los que más se nota ésto. De la boca para afuera, todos estamos en contra de la pena de muerte y la violencia para luchar contra el crimen. Sin embargo, íntimamente pensamos que estaría buenísimo (?) que ese niño de diez años que nos robó la billetera (seguramente para comprar pegamento, porque con eso se drogan los malditos) sea violentamente ejecutado por la autoridad policial, que así cumpliría con su función: cuidar al ciudadano trabajador de la delincuencia que florece en las calles.

Nadie lo dice, no obstante, y todos hablan de planes de reinserción, de educación, incluso de tratar al delincuente como una persona. Así no vamos a ningún lado, porque si bien secretamente coincidimos en que la violencia es la mejor manera de terminar con la violencia, la gente no lo hace público (quizás por mostrarse políticamente correcta), y nuestras leyes terminan siendo blandas tonterías que provocan risa en los criminales, que saben que en este país no tendrán mayores problemas para seguir con sus fechorías.

Alguien tenía que decirlo, y alguien lo dijo. Miguel Ángel Coradini, concejal de la localidad de Arroyo Seco, pidió "tomar el toro por las astas" y "moler a golpes los huesos" de los delincuentes juveniles que arrasan con su ciudad. Descalificó también la reinserción social y la educación, alegando que no causan efecto alguno (algo con lo que este humilde cronista coincide totalmente). Según publicó el diario Clarín, un vocero de las autoridades policiales declaró que "Tenemos el caso de un chico de 16 que este año tiene 12 o 13 ingresos en la comisaría", lo que demuestra más que fehacientemente que Coradini está en lo cierto.

La delincuencia no conoce de edades

"Esto da para la risa, pero en serio, no maten a nadie, pero mátenlo a cintazos", dijo entre otras cosas, el Concejal. Entendemos que haya querido calmar un poco los ánimos del concejo, que seguramente estaba escandalizado ante tamaña declaración, acostumbrado a escuchar dulces mentiras. Pero, poniendo las cosas en claro, no da para la risa. Es un tema serio. Y los cintazos, si bien son una medida excelente para empezar, son insuficientes a largo plazo. No es cuestión de limitarse: hay de donde elegir. Cachiporras, balas de goma (o de plomo, por qué no), picanas, o simplemente golpes de puño bien dados. Opciones sobran. Es cuestión de empezar a hacer uso de ellas. Después de todo, nuestra seguridad está en juego.

Alguien tenía que decirlo, y alguien lo dijo. Desde este blog respaldamos al concejal Coradini, y guardamos la esperanza de que esto no quede en la nada. Ya tuvimos suficientes mentiras. Necesitamos que la verdad empiece a ser oída. Ojalá que ésto haya sido nada más que el primer paso.

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Macri fomenta la holgazanería otorgando $35.000 a familias que viven en hoteles

El -hasta ahora intachable- jefe de gobierno porteño dio ayer una muestra de debilidad, cuando firmó un decreto que involucra a 1200 haraganes, que viven en hoteles pagados con los impuestos de la Ciudad. El mismo establece que se le otorgarán entre $25.000 y $35.000 a las familias que se encuentran radicadas en varios hoteles de la capital, con el objetivo de que puedan conseguir una vivienda y abandonar esta situación.

Esta medida no tiene otro objetivo que el de erradicar a esta clase de holgazanes de los hoteles, ya que, según la respetada consultora inglesa Muss O'Lini, desde que estos indeseables están presentes, la ocupación de la hotelería afectada disminuyó en un 500%; presumiblemente por el lógico miedo de la gente común a sufrir un asalto o algo aún peor. A pesar de que la idea de fondo tiene sentido, el método utilizado es, cuanto menos, controvertido.

Hotel "El Laburante", totalmente saqueado por estos inadaptados

Cualquiera de nosotros pensaría que la solución lógica es echar a estos molestos individuos de los hoteles sin dar demasiadas explicaciones. Después de todo, es responsabilidad de cada uno procurarse un techo y el alimento. Pero Macri, movido vaya uno a saber por qué extraña razón, accedió a otorgar entre $25.000 y $35.000 a cada familia, con la idea de que consigan una vivienda. Y claro que la medida causó revuelo. Se están malgastando los valiosos recursos del Estado en subsidiar a gente que evidentemente no tiene intención alguna de trabajar. Recursos que, por otro lado, provienen de los impuestos que pagan religiosamente los trabajadores, la gente de bien, que no tardó en expresar su descontento:

Yo hace 40 años que trabajo, pago mis IMPUESTAZOS, los servicios y todo como cualquier ciudadano comun, tengo que levantar una hipoteca que por la bendita devaluación del 2002 me va a resultar dificilisima de pagar, y a estos le tiran la guita que con tanto sacrificio nosotros pagamos, yo fuí a pedír al banco un crédito y un poco mas me piden el adn con intereses usurarios, estoy podrido de tanta injusticia!!!!.

El título dice: Macri "otorgará", yo pondría: Representando la que cree que harìan los electores que lo votaron "otorgarà"!!!!! saben de donde salen esos 35000$??? de MI de TU y de NUESTRO BOLSILLO!!! yo no estoy de acuerdo!!!! conosco gente que me ha dicho que viven comodos con los subsidios que reciben y hasta les dan techo, para que van a trabajar? y seguramente en algún que otro caso, frenas un par de dìas el delito!!! ya que con 35000$, algunos días, no tendran necesidad de salir a robar!!

Voy a poner un quiosquito cerca de la villa. Solo vendo vino y cerveza, en unos meses me quedo con las 35 lucas de todos.

Evidentemente el camino no es éste. Como dijo un hombre de bien en un sitio amigo: "Mauri, estás meando afuera del tarro". La solución pasa por otro lado. El Estado no debería desperdiciar sus recursos en subsidios que seguramente terminen en manos de kiosqueros y narcotraficantes. Se está fomentando la holgazanería, y eso de ninguna manera es bueno. Estos individuos tienen que trabajar, 8, 12, 16 horas por día. Es la única forma de terminar con la delincuencia. Habrá quien diga que muchos van a resistirse, y que seguramente salgan a robar. La solución es más simple todavía: balas. Balas para los atorrantes, para los perezosos, para los indeseables que con su parasitismo impiden que este país salga adelante.

Es una lástima, Mauricio. Habías arrancado tan bien...

Gracias Infobae.

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